¿Quién no tuvo alguna vez el deseo de agarrar toda la filosofía entre sus manos?
El 5 de mayo de 2014, en el #SubteA, este señor lo hacía.
No se porque caminos andaría en su lectura. Solo puedo decir que estaba muy concentrado en un subte que no paraba de tirar estímulos para sacarte de dónde estuvieras.
No se porque caminos andaría en su lectura. Solo puedo decir que estaba muy concentrado en un subte que no paraba de tirar estímulos para sacarte de dónde estuvieras.
Inmediatamente me acordé de algunos fragmentos de este libro, que, como el lector de esta #EscenaLectora, quiere agarrar toda la filosofía en sus hojas.
"Vemos, pues, que resulta más fácil hacerse preguntas filosóficas que contestarlas. También hoy en día cada uno tiene que buscar sus propias respuestas a esas mismas preguntas. No se puede consultar una enciclopedia para ver si existe Dios o si hay otra vida después de la muerte. La enciclopedia tampoco nos proporciona una respuesta a cómo debemos vivir. No obstante, a la hora de formar nuestra propia opinión sobre la vida, puede resultar de gran ayuda leer lo que otros han pensado..."
[...]
"En realidad, nosotros somos el conejo blanco que se saca del sombrero de copa. La diferencia entre nosotros y el conejo blanco es simplemente que el conejo no tiene sensación de participar en un juego de magia. Nosotros somos distintos. Pensamos que participamos en algo misterioso y nos gustaría desvelar ese misterio..."
El mundo de Sofia, de Jostein Gaarder.