Me subo en Baunes y Quirós. Pago 8 pesos porque no tengo la Sube y la Monedero no funciona con colectivos. Nunca anduvo.
Suben unas mujeres quejándose de la "década ganada". Las miro. Porque antes no aumentaba el colectivo, no.
Suben unas mujeres quejándose de la "década ganada". Las miro. Porque antes no aumentaba el colectivo, no.
Sube gente con bebés o con bastón y cuesta que alguien les de el asiento.
Hace un mes que no viajo en colectivo, y éste apesta de olor a pata.
Y en eso, veo un lector. Lee parado, a mi lado, "Lo grandioso del cristianismo".
El viaje sigue, largo. El olor aumenta, hediondo.
Y los pasajeros en su vaivén de subidas y bajadas con cara de resignación, de la vida que no alcanza.
Mi lector se corre de lugar pero sigue firme con su lectura. Agarra el libro con toda la mano.
Lo admiro. Sabe, seguro, algo que yo no. Me faltará lectura. O fe. Pero no logro entender lo grandioso del cristianismo.
Lo admiro. Sabe, seguro, algo que yo no. Me faltará lectura. O fe. Pero no logro entender lo grandioso del cristianismo.