Cuando un poema te ronda, aparece por todas partes.
Hace unos meses, dando un taller, encontré un libro de Pedro Salinas, era uno de esos libros que en algún momento tuve muy cerca.
Lo releí en ese silencio cargado de palabras que se da cuando se lee con otros, en silencio.
Al día siguiente, ¿casualidad? Otro hallazgo, esta vez en la voz de Mirta Colángelo.
Pasaron dos meses, y corrigiendo, apareció otra vez el poema, en el trabajo final de una alumna. Y otra vez la relectura.
***
La última semana de noviembre lo susurré despacio, como un regalo.
Me quedaron rondando algunos versos...
"No te busco
porque sé que es imposible
encontrarte así, buscándote... "
Imposible no buscar. Tan imposible como el imperativo de olvidar.