Me despierto casi con mi Kindle en la mano y leo un par de cuentos se Alice Munro. En ambos, los pastores tienen un lugar bastante central.
Y luego, en el diario, me sorprende este poema de Dorothy Parker.
Y luego, en el diario, me sorprende este poema de Dorothy Parker.
Textos que se entrelazan, aunque aquí no llueve y los ruidos inutiles son los de las chicharras al sol, fresquito por fin, de este enero en Buenos Aires.
Domingo
Un cúmulo de periódicos
desparramados en una profusión sofocante.
Los suplementos con sus interiores al descubierto descaradamente
haciendo alarde de sus escabrosos contenidos
"divorciado siete veces volverá a casarse con su primera esposa",
hojas sin abrir de anuncios de "Se precisa";
editoriales arrugados en un frenesí de hastío;
página sobre la alta sociedad, ennegrecida con fotografías mentirosas.
Montones sin fin, sin comienzo de periódicos...
Fuera una débil lluvia gris,
que cae, que cae ,
con la apagada monotonía de los ruidos inútiles,
como la voz de un pastor que recita el oficio de un matrimonio.
desparramados en una profusión sofocante.
Los suplementos con sus interiores al descubierto descaradamente
haciendo alarde de sus escabrosos contenidos
"divorciado siete veces volverá a casarse con su primera esposa",
hojas sin abrir de anuncios de "Se precisa";
editoriales arrugados en un frenesí de hastío;
página sobre la alta sociedad, ennegrecida con fotografías mentirosas.
Montones sin fin, sin comienzo de periódicos...
Fuera una débil lluvia gris,
que cae, que cae ,
con la apagada monotonía de los ruidos inútiles,
como la voz de un pastor que recita el oficio de un matrimonio.
Dorothy Parker en el Radar arrugado de este domingo 26 de enero de 2014.
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