lunes, 23 de marzo de 2015

Por el gusto de leer

Estoy procastinando cosas que quiero hacer, combinadas con cosas que debo hacer. Es un fin de semana largo, mi casa está en pleno movimiento, y esa cuestión del tiempo, que no alcanza.
Trato de leer un libro que tengo que reseñar. Logro empezar. Suena el celular. Hablo. Cuelgo. Y en vez de volver a mi libro, me voy a Facebook.
Entonces veo una foto con la siguiente leyenda: "Extraño señalador el mío..." Y pienso, lectura y remedios. Lecturas = remedios. Lectura, remedio. No, no es tan extraño.



Escribo un comentario:¿Qué lees? 
Por el gusto de leer, es la respuesta.


Es, sin duda, una gran #EscenaLectora, de esas que contagian el deseo. Pienso que quiero leer este libro. Además, le escribo un mail a mi amiga invitándola a seleccionar un fragmento para el blog. Ella acepta.

Y resulta que el fragmento me trae, inevitablemente, otras lecturas: Escribir, La lluvia de verano, El amante. El dolor... Pero especialmente Escribir. Todas de Marguerite Duras.


"[...] todo en aquel espacio mal iluminado parecía simplemente amontonado, cuadros, sofás, armarios, mesas y mesitas, cajas y cajitas, todo amontonado. Al igual que la montaña de fotos, también amontonadas, sobre la mesa cuadrada encima de la cual colgaba un foco de luz, no recuerdo bien de qué naturaleza.
            De pronto, rebuscando entre esas fotos, todas de la Duras, veo asomar por un rincón la mitad de un retrato, lo voy deslizando muy lentamente hacia mí, presa de una gran emoción, y le pregunto si ese rostro juvenil tan hermoso era ella. Me fulminó con la mirada mientras preguntaba en un tono muy displicente: «Vous aimez, ça? [¡A usted le gusta eso?] Pues sí, soy yo en los años de El amante».
            Me quedé muda, mirándola. ¡Era exactamente la foto que quería para nuestra edición! No podía creer que todo hubiera ido tan rápido y fácil."

Por el gusto de leer.
Beatriz de Moura, editora por vocación,
Juan Cruz Ruiz, Tusquets Editores, 2015.

Hoy a la mañana vi con placer que Lucila seguía con su lectura, y le sumaba pasto y café. 
Mejor, imposible.


Yo releí Escribir, le convidé La lluvia de verano a uno de mis hijos, dejé para mañana la lectura interrumpida ayer. Y aquí estoy, entrelazando #EscenasLectoras.

[Un agradecimiento especial a Lucila Schonfeld - @RifkeMashe - 
por la colaboración con fotos, fragmentos, promesa de libro y charla]


martes, 10 de marzo de 2015

Marzo definitivo

Camino hacia una oficina donde nunca hay nadie temprano. Solo me apura la necesidad de llegar en el horario acordado.
Entro al subte.  Una mujer joven lee la biblia. 


Buscando lecturas entre otras razones, cambio de vagón.



Y entonces, un lector de la Rolling Stone.




Me bajo al final del recorrido. Camino por Alem, doblo la esquina.
En la entrada de un edificio, un hombre lee Goliat / El fin de los mares, de Steve Alten.


Yo sigo andando pero una lectora me detiene.  
No se lo qué lee, solo logro ver que el capitulo se llama Febrero.
La miro por la ventana del bar, sola, en su mesa, con un café. Las miguitas en el plato se me hacen recuerdo de  sabor y  tiempo.



Estamos en marzo,  pero yo quiero ese febrero.