Camino hacia una oficina donde nunca hay nadie temprano. Solo me apura la necesidad de llegar en el horario acordado.
Entro al subte. Una mujer joven lee la biblia.
Entro al subte. Una mujer joven lee la biblia.
Buscando lecturas entre otras razones, cambio de vagón.
Y entonces, un lector de la Rolling Stone.
Me bajo al final del recorrido. Camino por Alem, doblo la esquina.
En la entrada de un edificio, un hombre lee Goliat / El fin de los mares, de Steve Alten.
Yo sigo andando pero una lectora me detiene.
No se lo qué lee, solo logro ver que el capitulo se llama Febrero.
La miro por la ventana del bar, sola, en su mesa, con un café. Las miguitas en el plato se me hacen recuerdo de sabor y tiempo.
Estamos en marzo, pero yo quiero ese febrero.
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