(De izquierda a derecha: la Bobe Betty, la señora Luisa, el Ceide Ignacio y la Abuela Lía. Un hombre rodeado, fotografiado por su nieta).
Con mi abuela nos unió luego de muchos años de desazón y desencuentros: El amor en los tiempos del cólera. Con mi bobe, en su casa, se respiraban libros y estantes llenos por todos lados, desde Sartre a la colección completa de Selecciones, de Readers Digest, novelas de Emecé, como la vida de Cocó Chanel y policiales. Muchos policiales. Y sus historias inventadas. Y sus historias reales... Pero eso es otro cantar, otro leer, otra escena.
***
La cuestión es, sigo con el email de Dani Goldín, que me escribe:
"ya que es un día de fotos...! La del avión, era Todo cuanto amé."
Tres generaciones que viajan juntas, y comparten, en tránsito, lectura.
Tres generaciones que viajan juntas, y comparten, en tránsito, lectura.
"...Las historias que relatamos sobre nosotros mismos solo pueden narrarse en pasado. El pasado se remonta hacia atrás desde donde ahora nos encontramos, y ya no somos actores de la historia sino espectadores que se han decidido a hablar..."
“…la dificultad de ver con claridad me persiguió desde mucho tiempo antes de que me fallaran los ojos. Se trata de un problema asociado a la perspectiva del espectador (…). Con todo, el alejamiento tampoco garantiza la precisión, aunque a veces ayuda."
Siri Husvedt, Todo cuanto amé.
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El email sigue así: "las de las sillas, Don Fresquete del copete."
La abuela de la silla, aclaro, es referente de un centro comunitario y fue con su nieta a una capacitación sobre Promoción de la lectura. Al principio, cada una con un libro, eligen leer en una intimidad compartida... La abuela: Dos ratones, una rata y un queso, de Claudia Rueda, la nieta, reitero, Don Fresquete.
La abuela de la silla, aclaro, es referente de un centro comunitario y fue con su nieta a una capacitación sobre Promoción de la lectura. Al principio, cada una con un libro, eligen leer en una intimidad compartida... La abuela: Dos ratones, una rata y un queso, de Claudia Rueda, la nieta, reitero, Don Fresquete.
Luego Don Fresquete se cuela y la lectura es compartida.
Maria Elena Walsh, Don Fresquete.
(Fotos: gentileza de Daniela Goldín)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola! descubrí hace poco tu blog, y ya está entre mis favoritos.
ResponderEliminarTengo una foto de una "escena lectora" que saqué cuando aún no conocía esta página, porque me resultó interesante. Tal vez sirva, te la podría mandar? a dónde?
Saludos!
Hola Valeria, ¡gracias! Podés escribirme a azulaydan@gmail.com
ResponderEliminarUn beso,
Daniela